ATENCION A LA DIVERSIDAD

Inclusión Educativa, un paradigma en construcción
Desde hace más de dos décadas, las instituciones educativas han dado un gran paso al abrir sus puertas y ofrecer su servicio a poblaciones de estudiantes que tienen características particulares de aprendizaje. Este movimiento llamado "Inclusión Educativa" se concibió inicialmente como un mecanismo para erradicar la injusticia y la desigualdad social, ya que muchos de estos estudiantes rotulados como –especiales– no tenían la oportunidad de estudiar en centros de alta calidad.
El concepto de Inclusión Educativa se ha ampliado, gracias a los aportes de pedagogos y psicólogos. Hoy en día se le da especial valor a la individualidad respetando las características que hacen única a cada persona; ahora ya no hay pretensiones de homogenizar a los estudiantes, pero lograr esta transformación de las instituciones educativas ha sido un reto legal, cultural y pedagógico.
Un factor que dinamizó la aplicación de la Inclusión Educativa en países europeos fue la publicación del texto "Index for Inclusion" de Tony Booth y Mel Ainscow en el 2000. Las instituciones educativas de países como Alemania, Australia, Finlandia, Portugal, Reino Unido, entre otros, la utilizaron como guía básica para sus escuelas locales. Desde entonces, se han reportado múltiples experiencias exitosas en estos países europeos, y además ya se han expandido hacia Canadá y EEUU.
Esta guía propone la reflexión sobre los factores que deben tenerse en cuenta cuando un proceso de Inclusión se lleva en el contexto del aula. El texto ayuda a definir los valores y principios que facilitan la creación de aulas inclusivas, los aspectos a tener cuenta cuando se da inicio a su ejecución (rediseño del proyecto educativo, promoción de una cultura colaborativa, comunicación y mediación intercultural y la participación de la comunidad), asi como al estudio de los componentes pedagógicos necesarios (propósitos curriculares por habilidades, creación de grupos de trabajo heterogéneos, evaluación diversificada, cultura de diálogo y mediación en la institución).
Según Sandoval M. y Cols. (2002) la nueva visión de Inclusión debe verse desde tres aspectos: cultura, política y prácticas.1
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Sandoval M., Lopez M.L., Miquel D., Duran D., Giné C., Echeita C. (2002) Index for Inclusion. Una guía para la evaluación y mejora de la educación inclusiva. Center for Studies on Inclusive education. Revista Contextos Educativos 5, 227-232.
 Las prácticas son sociales, pedagógicas, disciplinarias, académicas y deben orientarse al propósito de la inclusión

 Las políticas de cada centro deben estar orientadas a promover a los estudiantes y sus mecanismos deben dirigirse a este propósito por encima de logros instituciones o administrativos.
La visión contemporánea de Inclusión tiene en cuenta el componente sociocrítico y crea programas que tengan impacto en la comunidad. A la vez, invita a la comunidad a que participe dentro de la construcción de la propuesta pedagógica.
La Metodología por Proyectos es una excelente herramienta didáctica para que los estudiantes, a través de un proceso formativo, diseñen soluciones y propuestas que se lleven a cabo en su medio externo, pero también cercano. De esta metodología se hablará más adelante en el documento.
Según Wehmeyer M. (2008) en su documento "Autodeterminación y la Tercera Generación de Prácticas de inclusión", la Inclusión Educativa ha vivido ya tres generaciones a lo largo de su formulación e implementación. Wehmeyer habla sobre una primera generación, en la que los estudiantes especiales (personas con características particulares de aprendizaje) tuvieron acceso, de forma limitada, a los centros de estudio. La inclusión era "aditiva" porque se esforzaba solamente en modificar las infraestructuras físicas y hacer ligeras aproximaciones entre las poblaciones de estudiantes con discapacidad cognitiva y de aquellos considerados "normales", agrupándolos sin ninguna estrategia dentro del aula.
En la segunda generación, la Inclusión se caracterizó por el diseño de mejores metodologías para integrar a los estudiantes reunidos en el aula. Estas estrategias incluían: agrupación de estudiantes en sistemas cooperativos, aprendizaje por parte de los docentes a dar instrucciones de forma clara, se diseñaban programas de formación individuales y grupales. Además, se invitaba a las familias y a las comunidades a ser parte del proceso educativo.
En la Tercera Generación de la Inclusión, el esfuerzo se ha dirigido hacia la definición de los contenidos a enseñar, el tipo de formación que reciben las personas y la calidad del currículo. La nueva visión del currículo inclusivo está enfocada a promover en las personas habilidades para que sean autónomos, de forma que se modifican prácticas pedagógicas, posibilitando que cada estudiante aprenda en contextos cercanos (como en granjas, visitando centros comerciales, manejando el servicio público) y con medios significantes para su vida.
Hoy en día existe un especial esfuerzo en diseñar currículos flexibles para que el estudiante o la estudiante puedan aprender al ritmo y tiempo que su desarrollo cognitivo le permita. Lo importante en esta nueva visión es modelar las estructuras y operaciones cognitivas, dejando atrás el fundamento pedagógico tradicional de acumulación de datos.
Para lograr el desarrollo de las operaciones cognitivas, los currículos contemporáneos hacen uso de metodologías didácticas como la Modificabilidad Estructural Cognitiva (MEC). Esta metodología trabaja preferiblemente de forma individual, siendo el docente un mediador afectivo que conoce la historia personal y académica del estudiante, y es el encargado del diseño de ejercicios para favorecer sus funciones cognitivas, induciendo de esta forma cambios en el desempeño social de la persona.
La cultura es una comunidad que comparte los valores de la inclusión.
Diseño e implementación
El diseño de los procesos de Inclusión Educativa debe ser fenomenológico en tanto a ser un programa especial para cada institución intervenida. No se recomienda crear modelos estandarizados para aplicarlos de manera seriada y forzada al interior de las aulas, ya que no se daría solución a las situaciones particulares de cada institución escolar. Vale la pena diseñar entonces esquemas y propuestas de inclusión, que en lo posible, tengan en cuenta los siguientes factores:
 Asesoría a docentes en el conocimiento y manejo de las variaciones en los ritmos y la capacidad de aprendizaje de los estudiantes.
 Contexto sociocultural del espacio intervenido
 Participación activa de los padres de familia y de la comunidad.
 Trabajo con docentes en red, por área y entre áreas de estudio.
 Creación de grupos de trabajo heterogéneos de estudiantes.
 Segumiento personalizado al proceso adentro del aula.
Barreras del Aprendizaje
El nuevo discurso de la pedagogía incluyente prescinde del uso del término tradicional de "Necesidades Educativas Especiales" (NEE) y prefiere basarse en la noción de "Barreras del Aprendizaje". Barton (1996), sociólogo experto en inclusión, define las barreras del aprendizaje de la siguiente manera:
"Las Barreras del Aprendizaje aparecen a través de una interacción entre los estudiantes y sus contextos; la gente, las políticas, las instituciones, las culturas y las circunstancias sociales y económicas que afectan sus vidas. Consecuentemente la Inclusión implica identificar y minimizar las barreras del aprendizaje y la participación y maximizar los recursos que apoyen ambos procesos. Las barreras, al igual que los recursos para reducirlas, se pueden encontrar en todos los aspectos y estructuras del sistema: dentro de los centros educativos, en la comunidad, en las políticas locales y nacionales. Las barreras pueden impedir el acceso al centro educativo o limitar la participación en él.
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Barton L. (1996) Discapacidad y sociedad. Madrid, España. Ed. Morata, Pág. 22
El modelo de Inclusión Escolar busca entonces identificar y minimizar estas barreras y hacer uso de diferentes recursos para que el estudiante construya conocimiento y haga parte del proceso integral de las dinámicas sociales de su entorno. Por esta razón, el proceso de Inclusión Educativa implica revisar cuales prácticas pedagógicas, acciones docentes y/o curriculares generan exclusión e impiden la vinculación del estudiante en su centro escolar.
Los tipos de barrera que puede encontrar un estudiante son:
 Dificultades en el ambiente físico para sus desplazamientos físicos y/o su autonomía.
 Falta de cultura inclusiva en la institución escolar y actitudes negativas hacia la diferencia entre estudiantes.
 Rigidez del currículo desde los propósitos, contenidos, didácticas, evaluación y recursos.
 Políticas administrativas que impiden la participación activa y toma de decisiones de los estudiantes.
 Falta de herramientas tecnológicas que den soporte al aprendizaje. Se sugiere unir las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) con las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (NTICs), con recursos didácticos auditivos, visuales, hápticos, etc.
Respecto a este último punto, es necesario que las escuelas y sus políticas administrativas tengan la oportunidad de usar recursos como las TICs (correo electrónico, aprendizaje en línea) y las Nuevas TICs (Blogs, Comunidades Virtuales), entrando en la era de la inclusión digital
3. Esta inclusión digital tiene dos grandes beneficios, por una parte darle a los estudiantes herramientas que faciliten el aprendizaje mediante software que trabajen diferentes rutas sensoriales y además, permite la interacción con otros contextos educativos por medio de la conexión virtual. Sin embargo es necesario que al emplear estas herramientas tecnológicas se busque siempre la calidad y profundidad de la información.
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Para lograr los objetivos del currículo es necesario hacer uso de diversas metodologías didácticas. A continuación se describen algunas propuestas que son contemporáneas y han demostrado ser útiles en procesos de inclusión. El docente escogerá cual metodología es pertinente de acuerdo a las características del grupo y el momento del proceso de formación.

MONICA SANDOVAL
ORIENTACIONES METODOLÓGICAS PARA LA ESCUELA INCLUSIVA
FUNDACION CENROS DE APREHENDIZAJE
SECRETARIA DE EDUCACIÓN
JUNIO 2010